Hágase en mí
María se mueve en el espíritu de los Pobres de Dios y, me parece, con esa afirmación, "Hágase en mí", la Madre se ofrece como territorio libre y disponible. Y, de esta manera, expresa tremenda confianza, un abandono audaz y temerario en las manos del Padre, pase lo que pase, aceptando todos los riesgos, sometiéndose a todas las eventualidades y emergencias que el futuro pueda traer.
Con su hágase, María decía de hecho amén a la noche de Belén sin casa, sin cuna, sin matrona —aunque ella no tuviera conciencia explícita de esos detalles—, amén a la fuga de unEgipto desconocido y hostil, amén al silencio de Dios durante los treinta años, amén a la hostilidad de los sanedritas, amén cuando las fuerzas políticas, religiosas y militares arrastraran a Jesús al torrente de la crucifixión y de la muerte, amén a todo cuanto elPadre disponga o permita y que ella no pueda mudar.
En una palabra, la Madre con su hágase entra de lleno en la caudalosa y profunda corriente de los Pobres de Dios, los que nunca preguntan, cuestionan o protestan, sino que se abandonan en silencio y depositan su confianza en las manos todopoderosas y todocariñosas de su querido Señor y Padre.
Extractado del libro El silencio de María de Padre Ignacio Larrañaga