- Fundación TOVPIL
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El lado positivo de las cosas
Las cosas y las personas, de por sí, son buenas, luminosas, pero si tus ojos las contemplan a través de tus descontentos, entonces te resultarán repulsivas o irritantes. El problema está en ti.
Si serenas tu sistema nervioso y haces de tu corazón un regazo acogedor, ningún estímulo exterior, por muy estridente que sea, podrá irritarte. Y te digo otra cosa: ninguna realidad te causará repulsa si te dedicas a contemplarla por su lado positivo. Esas manos puede que no sean bonitas, pero... ¿pensaste qué prodigios realizan?, ¿qué sería de ti sin esas manos? Puede que tus ojos no sean luceros, pero... ¿qué sería de ti sin esos ojos?, noche eterna. Has fracasado últimamente, es verdad, pero... ¿por qué no piensas en tantos proyectos de tu vida que resultaron un pleno éxito?

Mientras los demás te consideran como un hombre de suerte, tú te sientes descontento porque tus ojos están fijos en los episodios negativos de tu vida. No es correcto.
Te defraudaron los amigos, aquel ambicioso proyecto se vino abajo, el negocio fracasó por un error de cálculo, pero... ¡cuántas lecciones aprendidas!, ¡cómo te ayudaron a liberarte de esclavitudes interiores y manías de grandeza! No hay en el mundo infortunio o contra tiempo que no contenga resultados positivos, lecciones de vida.
Ahí te dejo, pues, esta llave de oro para entrar en el reino de la serenidad: descubrir el lado positivo de las cosas.
Extraído del libro “El Arte de ser Feliz” de padre Ignacio Larrañaga
