- Fundación TOVPIL

- 10 may 2024
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Habla la esperanza
Sobre la espuma de la ilusión habías levantado tu casa. Por eso se desmoronó una y mil veces, al vaivén de las olas. La arena de las playas fue el fundamento de tus edificaciones, y era inevitable la ruina.
Tus reglas de juego fueron el cálculo de probabilidades y las constantes psicológicas, y los resultados están a la vista. Pero tengo una palabra final para decirte en este amanecer; todavía puedes; aún es posible la esperanza; mañana será mejor.
Comencemos otra vez.

Si hasta ahora hubo ruinas, desde ahora habrá castillos de luz apuntando con su proa hacia vértices eternos. Si hasta ahora has cosechado desastres, recuerda: se avecinan centelleantes primaveras.
Detrás de la noche cerrada hay altas montañas, y detrás de las montañas nocturnas viene galopando la aurora. Sólo es bonito creer en la luz cuando es noche.
Mira: esas estrellas, azules o rojas, parpadean desde la eternidad y hasta la eternidad. Sé cómo ellas: no te canses de brillar. Siembra por los campos secos y por las agrias cumbres la misericordia, la esperanza y la paz. No te canses de sembrar, aunque tus ojos nunca vean las espigas doradas. Los pobres un día las verán.
Extraído del libro “Muéstrame tu rostro” de padre Ignacio Larrañaga




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