- Fundación TOVPIL
- hace 5 horas
- 1 Min. de lectura
El arte de amar
Es un arte eminentemente cristiano, pero no exclusivamente. Cuando uno se siente amado por Dios como hijo único, ese arte de amar no sólo es fácil, sino casi inevitable.
Pero también pueden practicarlo los que no tienen experiencia de fe; y, de todas formas, aquí lo recomendamos a título de terapia liberadora. Se trata de dedicarse a amar precisamente a aquellos de quienes has recibido desilusión o te han traicionado.

Cada vez que recibas un impacto negativo, concéntrate, tranquilízate, y dedícate a amar a esa persona, a sentir amor por ella; a transmitirle ondas amatorias, a envolverlo, mental y cordialmente, en ternura y cariño.
En fin, cada vez que alguien te haga sufrir, retírate al silencio de tu cuarto, y, en lugar de enviarle ondas agresivas (que sólo a ti te dañan), inúndalo de dulzura mentalmente, llénalo de cariño, ámalo incansablemente.
Extraído del libro “Del Sufrimiento a la Paz” de padre Ignacio Larrañaga
Comentários