- Fundación TOVPIL
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Convicciones profundas
El Pobre de Nazaret dijo: no calculen la potencia del mar por su espuma: a pesar de su ternura infinita, el Padre posee el poder total, no lo olviden; pero, aun así, prevalece la ternura. Rompamos los candados, barrotes y cadenas, soltemos los pájaros y fieras enjauladas, y surja sobre el mundo el milagro de una inmensa familia bajo la mirada del Padre.

Como las semillas bajo la nieve sueñan en la primavera, los pobres y los últimos están soñando en el advenimiento del reino del Amor, lleno de regalos. Ya llega. Está llegando: el Padre ya camina en las nubes, desciende en la lluvia, sonríe en las flores, duerme en el corazón de las madres, juega con los niños, vela junto a los que duermen, vigoriza a los débiles, acompaña a los desolados. ¡Llegó el Reino de Dios, aleluya!
Extraído del libro “El pobre de Nazaret” de padre Ignacio Larrañaga
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