Compromiso Vital

“Sin Dios, sin la certeza de Dios, el hombre se queda solo, se ahoga en su egoísmo y en sus problemas. A veces quiere resolver este nudo intelectualmente, racionalizando su dimensión religiosa. Pero fracasa: la fe no es una adhesión intelectual, sino un compromiso vital. Y lo que se dice creer, si no se vive, es sólo cáscara de palabras. La fe, que es bueno iluminar con conocimientos, es cuestión de vida, Y yo diría que de vida o muerte.

Pero no hay que imaginar que es fácil: ya se ha dicho, y con razón, que ante los males y el dolor del hombre Dios guarda silencio. Un silencio que puede desesperar si no se imita a María, esa mujer que frente a lo que parecía el desastre de todo su vida-la crucifixión de su Hijo- mantiene su apuesta por Dios. Un silencio que sacudió al mismo Jesús en la cruz: El sintió y manifestó el abandono del Padre, pero acabó entregándose a la voluntad del que lo envió, como María, ante lo inexplicable, siempre dijo “hágase”.

Ignacio Larrañaga, mayo de 1987, México, en entrevista de Carlos Castillo.