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Novedades Fundación TOVPIL

Nuestra Madre en el cielo


María dará a luz a Cristo en nosotros en la medida en que nosotros seamos sensibles, como Cristo, por todos los necesitados de este mundo; en la medida en que vivamos como aquel Cristo que se compadecía y se identificaba con la desgracia ajena, que no podía contemplar una aflicción sin conmoverse, que dejaba de comer o de descansar para poder atender a un enfermo, que no sólo se emocionaba, sino que solucionaba… La Madre es aquella que debe ayudarnos a encarnar a ese Cristo vivo sufriendo con los que sufren, a fin de vivir nosotros “para” los demás y no “para” nosotros mismos.


María dará a luz a Cristo en nosotros en la medida en que los pobres seannuestros predilectos; cuando los pobres de este mundo sean atendidos preferentemente, será la señal de que estamos en la Iglesia verdaderamente mesiánica, cuando vivamos como Cristo con las manos y el corazón abiertos a los pobres, con una simpatía visible por ellos, compartiendo su condición y solucionando su situación; en la medida en que nuestra actividad esté preferentemente, mas no exclusivamente, dedicada a ellos, en la medida en que lleguemos a ellos con esperanza y sin resentimientos…

María será verdaderamente Madre, en la medida en que nos ayude a encarnaren nosotros a este Cristo de los pobres.

María dará a luz a Cristo en nosotros en la medida en que tratemos de ser,

como Cristo, humilde y paciente; en la medida en que reflejemos aquel estado de ánimo, de paz, dominio de sí, fortaleza y serenidad.


Extractado del libro El Silencio de María de Padre Ignacio Larrañaga

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