- Fundación TOVPIL

- 7 abr 2023
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En las aguas profundas
“Oh Padre de ternura: en esta tarde tomo en mis manos este cáliz amargo, y lo deposito amorosamente en tus manos como prenda de amor y precio de rescate. Asumo el dolor de la humanidad entera en mi propio dolor. Asumo el asesinato de millares de seres inocentes en mi propio asesinato. Quiero cargar con las infinitas injusticias y atropellos de la humanidad en mi propio ajusticiamiento.

En mi agonía agonizarán los moribundos de todos los siglos. Quiero que, en esta tarde, Padre amoroso, el inmenso cúmulo del sufrimiento humano, una vez transformado en amor en mi dolor, tenga sentido de redención y valor de expiación, y así el dolor sea santificado para siempre. En suma, quiero que en esta tarde el dolor y el amor se abracen como el crepúsculo y la aurora, y sea la redención un árbol de fronteras abiertas que, con su sombra, cubra a la humanidad entera: quiero empujar a la humanidad hacia un hogar desconocido, librar a los cansados pies de las pesadas cadenas y echar a rodar un amor que no posee ni es poseído”.
Del libro “El Pobre de Nazareth”, de padre Ignacio Larrañaga




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