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Novedades Fundación TOVPIL

El poder de la oración profunda


Dios no cambia. El es el definitivamente Pleno y, por consiguiente Inmutable. Está, pues, inalterablemente presente en nosotros, y no admite diferentes grados de presencia. Lo que realmente cambian son nuestras relaciones con El según el grado de fe y amor. La oración hace más densas esas relaciones, se produce una penetración más entrañable del yo-tú a través de la experiencia afectiva y el conocimiento gozoso, y la semejanza y la unión con El llegan a ser cada día más profundas.


Ocurre lo que con una antorcha dentro de una oscura habitación. Cuanto más alumbra la antorcha, mejor se ve la “cara” de la habitación, la habitación se hace “presente”, aunque la habitación no cambie.

Cualquiera de nosotros puede experimentar que cuanto más profunda es la oración, siente a Dios más próximo, presente, patente y vivo. Y cuanto más resplandece la Gloria del Rostro del Señor sobre nosotros (Sal. 30), los acontecimientos quedan envueltos en un nuevo significado (Sal. 35) y la historia queda “poblada” por Dios; en una palabra, el Señor se hace vivamente presente en todo. No hay juego de azar, sino un timonel que conduce los hechos con mano segura.


Extractado del libro Muéstrame Tu Rostro

Capitulo 1 Subtitulo Cuanto más se ora, Dios es “más” Dios en nosotros

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