- Fundación TOVPIL

- 28 jul 2023
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El motivo profundo
El éxito de la fraternidad depende de que Dios sea el Motivo de los comportamientos fraternos.
En la intimidad del hombre, entre mil posibles reacciones que se pueden tener, existe una opción.
El motivo que impulsa y concretiza nuestra conducta es, a veces, confuso. Tuvimos una revisión de vida, en la comunidad. En el transcurso de la reflexión, un determinado sujeto tomó y sostuvo una posición altiva, casi agresiva, frente a los demás. Hablando después con él, en privado, manifestó que él procedió así porque estaba convencido de que ésa era la posición correcta. Al final reconoció que el impulso profundo de su actitud, fue la necesidad de autoafirmación.

Una voluntad, revestida e impulsada por Jesús, debe decidir soberanamente, en nosotros, por encima de las oscuras fuerzas impulsoras, y así, en lugar de tener una reacción explosiva, voy a quedar en silencio, como Jesús ante Pilatos: más tarde, voy a dialogar con calma y paz; después, voy a enterrar los recuerdos ingratos de una desavenencia, y olvidarlo todo generosamente; ahora voy a ser con todos delicado y paciente, como lo fue Jesús con los suyos.
Comunidad de Fe significa que los hermanos se esfuerzan para que los sentimientos, los reflejos y la conducta de Jesús sean el motivo inspirador de sus reacciones, en la convivencia de todos los días. En esos casos, la oración debe hacer vivamente presente a Dios, cuyo "recuerdo" (presencia) debe sofocar, en mí, las voces del instinto, y motivar conductas semejantes a la de Jesús. Así nace y crece la comunidad bajo la Palabra, en presencia de Jesús.
Extraído del libro “Sube conmigo” de padre Ignacio Larrañaga




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